Los mismos que critican muy legitimados la transparencia de ciertos comicios, los mismos que no saben adónde van los valores de los bonos que emite el Estado, no tienen la menor duda a la hora de ubicar en el planisferio, y decir en qué manos sí está y en cuáles no está, esa misma soberanía que no les cuesta cero regalar a los banqueros y a los mercados secundarios: ¡Que el futuro de Cataluña lo decida Madrid y Andalucía, pues no hay salida más democrática!
Los resultados oficiales han confirmado que el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, contará con la «supermayoría» de dos terceras partes …
La auténtica causa de la raja de LTCM, que fue un solo Preparación de la desastre longevo que supondría el crash de 2008, fue sobrado simple: inmensas inversiones se apoyaban en la indemostrable premisa de que se puede calcular la probabilidad de las acontecimientos que el propio maniquí desestima no sólo como improbables, sino, de hecho, como inteorizables. Adoptar una premisa lógicamente incoherente en las teorías propias sin embargo es bastante malo.
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¿Encaja este decorado con lo acontecido en los mercados en los últimos tiempos? Sí… en parte. En objetivo, los tipos de interés a corto plazo han repuntado en los mercados, sobre todo en el interbancario, que es al que acuden las entidades financieras para obtener fortuna.
Para entender por qué la precisión de seis decimales respecto a tres varía de forma tan acusada la medición en un doctrina complicado podemos acudir al ejemplo del físico francés Beinot Mandelbrot, a quien debemos la creación de uno de los campos de conocimiento más complejos que se conocen, la geometría fractal. En un conocido artículo Mandelbrot se preguntó cuánto medía la costa británica y resolvió que esta no tenía confín.
En el siglo XVII fueron los tulipanes, a finales del XX, las compañíGanador de Internet, ¿y ahora? Las hipotecas de stop riesgo. Mejor dicho, los títulos emitidos con el respaldo de ese tipo de préstamos hipotecarios.
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Contra el independentismo de las finanzas y al margen del independentismo Doméstico, que sin más no es otra cosa que una mera ilusión, hubiese sido posible reivindicar otro tipo de “independencia” frente a los que dan patadas a la democracia, y igualmente contra las dependencias emocionales, Triunfadorí como político-económicas, que subyacen a la violencia de variedad, material, simbólica y estructural. Por adivinar sólo un ejemplo de individualidad de los muchos puntos interseccionales que hubiesen poliedro una forma programática a la transversalidad: a la muy discutida Renta Básica —falta más que una de las medidas susceptibles de ser articuladas, necesariamente con otras, para comenzar a independizarse del salario y del chantaje que implica el desempleo— se le podría haber dado un carácter feminista, desviando la dietario política de lo establecido por los telediarios.
Estas empresas utilizan tácticas agresivas para que se realicen las operaciones en caliente porque tienen información supuestamente privilegiada
“La gran tributo de mayo del 68 no son las algaradas, ni siquiera Woodstock, es la teoría del caos”.
A los tulipanes les siguieron las primeras compañías con acciones, como la South Sea Company en el siglo XVIII o las empresas ferroviarias un siglo a posteriori. aunque en el siglo XX, el pánico bancario de 1907, el crac de 1929 y la posterior Gran Depresión, el crash de 1987 y la crisis asiática de 1997 y los problemas del fondo Long Term Capital Management (LTCM) en 1998 ampliaron la lista.
Depende de información institucional externa y de reglas correctamente definidas que son diseñadas y supervisadas por autoridades desapasionadas e incorruptibles. Se supone que éste era el papel de las agencias de calificación de riesgos y de los organismos reguladores del estado. No junto a duda de que ambos tipos de institución resultaron no sólo deficientes, sino culpables.
La respuesta reside más en el campo de la psicología de masas que en la propia economía: los economistas pusieron una nueva epíteto a la ignorancia y la comercializaron como una forma de conocimiento provisional. Después los financieros construyeron nuevas formas de deuda sobre esa ignorancia reetiquetada y levantaron pirámides sobre la premisa de que el aventura se había eliminado.