Administrando su carrera solución de caso

A ello contribuyeron los rigores y la violencia de la vida cotidiana que se dejarán reparar sobre la masa de almas incultas, hambrientas y depauperadas, convertida en magnífico campo abonado en el que triunfarán ideas que impregnarán el apreciar de estos tiempos.

No obstante, su acomodo no fue inmediato pues, según nos informa Vargas, «por intereses creados y cambios de ministros muchas disposiciones quedaron sin cumplir y no fueron de una forma permanente a dichos hospitales».

La dureza de este mandato obligó a los y las fundadoras posteriores, que querían permanecer entregadas a la influencia benéfico-social, como las Hijas de la Compañía de María, las Administrando su carrera Ursulinas, las Damas Inglesas.

Pero, si este Bancal el caminar trazado para las Hijas de la Caridad: formación, entrega, abnegación, piedad…, Administrando su carrera en un momento cubo, todo se fue al traste. Como sucedió al resto de españoles y españolas, el ritmo frecuente de los acontecimientos y de la vida iba a ser sorprendido por la combate civil. pero el sobrino de don Mariano Gómez Ulla, autor de su biografía, dejaría muestra del ambiente de intranquilidad que se vivía en los prolegómenos de la guerra, merced a las palabras de su tío; y entre otras cosas, las divisiones ideológicas que comenzaron a manifestarse entre el propio personal del hospital y la preocupación del director por las voces de secularización223 respecto a las religiosas, de todo punto imprescindibles para el buen funcionamiento hospitalario224 y para otras muchas que así lo consideraban, como José María Pemán que les dedicó un hermoso Romance, en mayo de 1936225.

Un poco antaño, por Real Orden de 7 de mayo de 1915, se prescribía el programa de estudios para enfermeras, fueran religiosas o no que Administrando su carrera debían obtener su título mediante examen en presencia de un tribunal209.

Si hubiesen carecido de la titulación exigida se hubiesen hallado en desventaja casto e intelectual, amén de sufrir las críticas de quienes no estimaban la carencia de que las religiosas asistieran a los enfermos en los hospitales. A resultas de ello, el 23 de julio de 1921 Sor Josefa Bengoechea, visitadora, escribe al rey comunicando que muchas de las hermanas poseen el título que acredita su capacidad enfermera213.

Confundidas con el resto dela población y vestidas de seglares, no retornarían a poder desempeñar su Empleo con costumbre religioso hasta que lo autorizó expresamente Napoleón en 1804 a petición del papa Pío VII124.

Esto solo Bancal posible con la entrega de sí, de sus afectos, de sus intereses, de sus propias consideraciones. La entrega y el cuidado redimían su pecado de origen cuando no eran capaces de renunciar absolutamente a su condición femenina transformándose en hombres40, en mujeres viriles capaces de los más atroces sacrificios para conseguir desasirse del cuerpo que estorbaba su purificación41. incluso podían encontrar su destino efectuando una entrega de sí; dedicándose, fuera del enlace, a la práctica de las virtudes ayer citadas y adheridas a su identidad como una segunda piel, como un sello indeleble, merced al discurso patriarcal que se reforzaba continuamente con la adición de la arenga de nuevas autoridades procedentes tanto del pasado como del presente. Si no eran madres físicas, podían ser madres espirituales, esposas místicas de Cristo que recibían como hijos e hijas a toda la humanidad y se debían a ella.

De ahí que fuera imprescindible que se guardasen mucho en sus acciones y comportamiento, que debían cuidar y extremar para mostrar veterano virtud que las propias claustrales, cubo que estaban expuestas a todas las miradas. De su sensatez y honorabilidad dependía pues su ministerio93.

Parece poco importante hacer hincapié en el hecho de que los soldados pertenecían a los grupos menos ilustrados y pobres de entre la población española, cuya instrucción media, a comienzos del siglo XX, dejaba mucho que desear192. Sin bloqueo, es relevante este noticia porque situaciones que ahora son impensables para nuestra educación, en aquellos momentos resultaban absolutamente reales. Temas como el del aseo y la higiene podían parecer incomprensibles para individuos que se habían criado en el campo y con todas las carencias del mundo.

Constatar los avances en materia de cuidado no puede evitarnos reconocer los retrocesos. Triunfadorí, mientras la caridad se afanaba en proveer lo necesario para los sufrientes y se consolidaba la dedicación de las religiosas a ellos, se desarrollaba en Administrando su carrera gran parte de Europa una caza sistemática de mujeres esforzadas en el bienestar de quienes las rodeaban61.

182 «2a Sección – Circular – Excmo. Señor: obligado por la experiencia el ventajoso resultado que para la presencia de enfermos y heridos reporta el establecimiento de asociaciones religiosas de mujeres, no solo en los Hospitales Militares de diferentes naciones Europeas, sino igualmente en los de Óleo de la Península y en los Militares de los Distrititos de Ultramar, adoptados recientemente tan favorecedor como eficaz factor de auxilio en el Hospital de Madrid, por virtud de convenio entre el capitán Militar de Castilla la Nueva y Extremadura y director general del Efectivo Noviciado de las Hijas de la Caridad, admitido por orden de 7 de febrero de 1896; y demostrando Adicionalmente los valiosos servicios que esta asociación religiosa viene prestando en el citado hospital y en los de Cuba y Filipinas, atendiendo y cuidando con incesante abnegación y caridad a los numerosos enfermos y heridos que en ellos existen, con motivo de las actuales campañGanador, la Reina Regente del Reino se ha servido resolver, en nombre de su Egregio hijo el Rey (q.

En España, la primera escuela de enfermeras, llamada de Santa Isabel de Hungría, data de 1896202. Parece oportuno señalar que esta burbujas en cuanto a la ocupación femenina de botiquín laica debe encuadrarse dentro un esquema Militar y un debate muy confuso -difícil de precisar aquí por su misma complejidad y extensión temporal-, que desde antiguo venía buscando víFigura de alternativa. Las mujeres llevaban siglos intentando granjearse el respeto de los varones en cuanto a sus capacidades, parcelas de poder y, sobre todo, de conocimiento.

110 «ausencia más llegar al hospital se efectuaba un minucioso registro del enfermo y sus posesiones, seguido de otros dos: «Uno de entrada, en el que se anotará día, mes y año en que ingresa cada enfermo, su nombre, su ocupación y país, atando a su muñeca una nota, Administrando su carrera así como al paquete de sus ropas, siendo muy cuidadosas en conservar los papeles de importancia y las cartas, si se les encontraran, como incluso de advertir a sus parientes en caso de asesinato o de curación, si ven la falta.

Posted on octubre 25, 2017 in Category

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